Seguidores

Alas.


El hombre nace libre, pierde sus alas al nacer.
Luego, durante toda la vida
se empeña en que le crezcan de nuevo.
A veces, estas alas recien nacidas,
son tan frágiles que solo le permiten
planear a ras de suelo.
Tan a ras del suelo, que los charcos
las mojan haciéndolas inservibles.
Otras, se engaña construyéndolas de plástico, y el primer rayo de sol, las derrite con su calor.

Pero yo sé de un lugar
en donde adquirir alas indestructibles,
que te permitirán volar alto y tan lejos
 como llegue tu imaginación.

En ese lugar
podrás encontrar tantas como libros
descansan en sus estanterías.
(Fotografía tomada prestada del foro de Ruiz de Aloza)

1 comentario:

  1. Bravo!!! Sabia reflexión que sin duda comparto. Mis mejores viajes los hice siendo un niño que aprovechaba la siesta para convertirse en pirata, bucanero, explorador, marinero...tantos y tantos personajes como libros leí. Costumbre que me ha acompañado desde entonces. Saludos desde este mar agitado en que se ha convertido esta tarde de otoño.

    ResponderEliminar