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No se puede llorar entre barrotes

 Se esconden tantas miradas vacías
 en esta mole de hormigón sin alma…

Se ahogan tantas palabras con el eco de la ira…

La noche aquí, no es un remanso para unos sueños amargos como hiel.
Sólo el alcohol y el humo de las flores ahuyenta a los fantasmas que cuelgan de los aleros.
Crujen los huesos y se arruga la piel como papel viejo.
Apenas corre sangre por las venas tan llenas de demonios.
Nadie duerme si lloran los gatos.
Hay demasiadas voces agitando la conciencia.
Se teme al ruido de los cerrojos,
nunca se sabe si ha llegado la hora de saldar cuentas
 o el momento de cobrarse la venganza.

Nadie espera el azul entre barrotes,
reconocen la cara del miedo arrastrando su sombra por los pasillos.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado tu poema, dentro de su dureza y su denuncia.

    "Nadie duerme si lloran los gatos" es un verso lapidario preciso, sencillo y original a la vez.

    "Nadie espera el azul entre barrotes,
    reconocen la cara del miedo paseando por los pasillos."

    Este final precioso.

    Felicitaciones

    Un beso

    Jesús

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  2. Ha veces he pensado que será lo que te hace escribir con tanta dureza. De todas formas, y a pesar de ello, es un tema con imágenes muy bellas. Me gusta

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  3. Nadie duerme si lloran los gatos.

    Este verso es impactante, como el resto del poema.
    me ha gustado mucho.
    Siempre es un placer entrar en tu blog, siempre salgo satisfecho.
    Mis felicitaciones y un abrazo
    Joan

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