
“El hombre, se diferencia del resto de los animales, porque busca justificación para sus atrocidades”
Sinrazón
Sinrazón
En Alejandría, aquellos hombres de negro esgrimieron la bandera del rencor convencidos de tener el beneplácito de un Dios todo poderoso.
Acabaron con la belleza destruyendo la palabra impresa. Quemaron siglos de sabiduría, de búsqueda incesante de la verdad a través de la ciencia y la razón. No vieron más allá del fanatismo; esa máquina infernal que acaba con el hombre y lo transforma en un animal rabioso. Aniquilaron a un pueblo con la saña de quien padeció antes la barbarie.
Hipatia sufrió la cólera en sus carnes -de quien bebió de su mano- por buscar la respuesta de la conjunción de los planetas, y ser capaz de ver más allá de las estrellas. Nosotros, a través de los tiempos, aún continuamos mirando al cielo buscando el misterio
que se esconde en la mente del hombre.
Un alegato en contra del fanatismo. En la mente del hombre está todo lo bueno y lo malo que somos.
ResponderEliminarMi felicitaciones.
Un beso
Excelente Maria.Muy bien expuesto y con gran sensibilidd.
ResponderEliminarPor desgacia mientras muchos miramos el cielo los hombres de negro siguen esgrimiendo la bandera del temor.
Un abrazo
Joan
Te dejo mi mail por si me quiere agregar al facebook.
ordelrin@hotmail.com
Gracias por el comentario y la visita.
ResponderEliminarNo estoy en facebook, no me mires como a un bicho raro pero es que no tengo ni idea de que podría hacer yo por esos mundos. De todas forma, gracias otra vez.
Jesús Aparicio González
ResponderEliminarDe nuevo, gracias por venir hasta aquí, se agredecen tus comentarios. Abrazos.
En estos ultimos post,descubro nuevas facetas de tu decir poetico,que me asombran agradablemente.
ResponderEliminarComo siempre un gusto leerte.
Saludos desde Montevideo.Luis
He visto la película y también había leído un ensayo sobre el tema y otro sobre Hipatia. Como tu dices, no voy a entrar en profundidades pero en tus letras se reconoce al personaje y a la vez, uno descubre avergonzado que apenas han cambiado algunas cosas a través de los años.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y ya sabes, te espero en el aula. Pablo.
Pues me ha encantado cómo lo dices!!
ResponderEliminarMe gustó leerte María, que pases buena semana.
ResponderEliminarCordialmente.
Rocío
Incal...
ResponderEliminarMás me gustan a mi tus letras y de veras que agradezco tu paso por aquí.
Abrazos.
Gracias Pablo, estamos de acuerdo. Besos
ResponderEliminarjose rasero b...
ResponderEliminarPues a mi me encanta que me lo digas!!
Saludos.
Rocio...
ResponderEliminarMuchas gracias Rocio, tú también disfruta de tu tiempo. Me alegro de verte por mis letras, vecina. Besos
Me aconsejas Ágora???
ResponderEliminarsaludos los hombres tambien pueden llegaraaser indescifables
cuentosbrujos, bueno...yo no soy tan osada, nunca aconsejaría a nadie algo que a mi me ha gustado sin conocer sus gustos.
ResponderEliminarEstoy completamente segura, que digo, segurísima, con respecto a lo indescifrables que pueden llegar a ser los hombre. De hecho, yo hace tiempo que no intento entenderlos, jajaja. Pero a pesar (o por eso) y de que tú seas uno de ellos, -y fíjate el misterio que puede llevar consigo un brujo- a mi me encanta que vengas a mis letras. Abrazos
interesante y profundo te felicito,me invita a pasar de vez en vez a leer algo.Saludos
ResponderEliminarSaludos moza, entro de nuevo por que me he acordado de aquello que decia cervantes..."...la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo..."
ResponderEliminarMaría, como ves estoy cerca tuyo,ya soy una más que te sigue y te lee, me encanto el relato del café... hermoso recuerdo, escribo en este que habla del hombre también es fantástico, te felicito y te sigo.
ResponderEliminarBesos
Hay mucha verdad en tus letras María, desgraciadamente el mundo ha perdido mucho por el fanatismo brutal, pero todo forma parte de ese proceso evolutivo que hoy vemos más aprisa concretizarse. Yo pienso que ahora estamos más cerca de la verdad que nunca. Un placer haber estado en tus letras.
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