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Tiempo de azahar y mandarinas




Hubo un tiempo de azahar y mandarinas,
de viajes largos con premio a la llegada;
de parques, cantos rodados y paseos bajo la luna,
de suspiros y risas bajo las sábanas.

Un tiempo en que las manos se encontraban sin buscarse,
y las miradas hablaban sin palabras
donde casi nada era imposible, ni siquiera la esperanza.
Y la distancia sólo era un puente que yo cruzaba.

Pero ese tiempo se perdió en la rutina,
las horas empezaron a ser largas,
las palabras morían en los labios
y las manos ni siquiera se rozaban
Quedaro en el aire muchos besos,
caricias que los labios abortaban
permanecieron intactas en los dedos
prisioneras tras el muro de tu espalda.

Ahora el tiempo ha quedado suspendido
en el momento en que los puentes
se cerraron con mi marcha,
y las lágrimas borraron la huella del camino.

Aún permaneces en el recuerdo
como una llama oscilante y lejana
que intento proteger sin mucho acierto
de ese viento del sur por si la apaga
dejando a oscuras ese tiempo.

9 comentarios:

  1. Azahar y mandarinas; promesas y realidad cumplida. Todo fruto nace del sacrificio transformador. Besos.

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  2. Es.......maravilloso. Maravilloso. Gracias..y un beso para tí.

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  3. Era un tiempo de azahares y de mandarinas, de paseos por cantos rodados...
    Un poema de recuerdos y de amores vivos todavía, a pesar de que las lágrimas borraron sus huellas...
    Metáforico y excepcional María, ese puente de horas y de olvido junto a unas manos que ya no se buscan.

    Te envío mi abrazo poeta.

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  4. Hay que tener cuidado con el pasado, a veces se nos duerme al cuerpo abrazado, al final siempre el presente nos despierta, es una cuestión de tiempo.
    Saludos cordiales.
    Te sigo.

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  5. Gracias, Francisco, por tu fidelidad y las palabras siempre acertadas. Abrazos

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  6. Gracias, Francisca, por tus palabras y tu visita. Un abrazo.

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  7. Gracias, Galeote.
    Me alegro de tu visita y más de saber que nos unen estas tieras nuestras tan áridas en ocasiones y tan fértiles en otras. Un abrazo.

    Yo nací muy cerca de la Valdavia.

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  8. Pues sí, tienes razón, amigo Ismael. El presente siempre nos despierta, sobre todo, si el sueño es hermoso. Sin embargo, yo soy una eterna soñadora. Un abrazo.

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  9. Si de algo estoy seguro, es de que esa llama seguirá ardíendo mucho tiempo en tu corazón. Una delica de poema que es a la vez, una declaración de intenciones.Un abrazo desde la sombra.

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