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Regresar de nuevo

En esta tarde encapotada
de un verano que se tiñe de grises
y trae presagios de un otoño prematuro,
aún llevamos adherida a nuestra huella
arena de la playa que esparcimos por el asfalto,
sal en la boca y un banco de peces
de color incierto en la mirada.

Hemos cambiado un horizonte
plagado de velas blancas
como alas de gaviota,
por la ciudad que nos recibe
con luz tenue y las ventanas cerradas,
plazas con sabor añejo
donde se queman las últimas verbenas.

Pronto regresaremos a las tertulias,
amigos reunidos en torno un buen vino,
a contar viejos chistes con protagonistas nuevos,
personajes que la fama colocó en el candelero.
Cada uno aportará las anécdotas más divertidas,
extravagantes encuentros y besos robados bajo la  luna,
mientras los demás, reiremos y haremos que lo creemos.

Habrá un instante en el que regresaremos de nuevo
para recordar en silencio aquel pasaje,
en el que una fugaz mirada, nos hizo soñar despiertos
logrando que por un momento nos sintíeramos dichosos.

3 comentarios:

  1. El regreso, tu regreso es siempre una espléndida noticia. ¡Bienvenida!

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  2. Aún quedan días de calor pero has conseguido que yo también sienta que el verano ya se está acabando.
    Un poema que habla del regreso y nos da otra mirada a los que sufrimos un poco el llamado síndrome postvacacional. Biquiños, rubia.

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  3. ¿Quién no emprende sus vacaciones soñando que algo fantástico va a ocurrir? Luego queda el regreso lleno de añoranza y melancolía. Pero siempre con la esperanza de que al año siguiente podrá ser.
    Un abrazo, cólega.

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