Seguidores

He salido a la calle abrazado a la tristeza:
vi lo que no mira nadie y me dio vergüenza y pena. (.....) Fito & Fitipaldis


Laureles de plástico.


La noche se cubrió de frío, se congelaron las piedras,
se resquebrajaron los podios que sobre ellas se sustentan.

Si se han roto los espejos,
si en sus trozos sólo hay muecas de decepción y vergüenza,
¿Dónde buscar los activos necesarios para llegar a la meta?

Si se cambia: compañerismo, disciplina y,
respeto al adversario, por una ambición desmedida;
Cómo exigir sacrificio cuando las fuerzas flaquean,
mientras otros, sin tanto esfuerzo, van logrando las gestas.

Tienen su duelo los sueños
cuando la esperanza se entierra.

4 comentarios:

  1. Enterrar la esperanza es el mayor de los errores; sólo quien vive esperanzado está dotado para sobrevivir.

    ResponderEliminar
  2. Leo a través de tu poema, una penosa crítica sobre "la operación galgo".
    Tratas el tema con mucha delicadeza aunque eres clara en los conceptos y se agradece.
    Un cariñoso abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Francisco, estoy totalmente de acuerdo contigo, la esperanza, en todos los vértices de la vida, es lo que nos mantiene vivos. Sin embargo, uno escribe a veces sometido a sus emociones.
    Gracias por el comentario, un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Pablo, gracias por tus comentarios, es un placer recibir visitas de alguien que nos entiende tan bien. Un beso.

    ResponderEliminar