Seguidores

La distancia entre dos puntos, no siempre es una línea recta.



Como si fueran hojas de los árboles en otoño,
o fruta madura;
las etapas de la vida, cumplen su ciclo vital.
Acabado éste, también caen asfixiando las raíces.


Las hojas muertas, se transforman en el compost
que alimenta ramas nuevas.
Las etapas concluidas, cimientan las venideras,
y de nosotros depende elegir el camino para
salvar los obstáculos con la experiencia adquirida.


Pues a pesar de las encrucijadas del destino,
la razón nos dice, que una línea recta
siempre es más corta que una quebrada.

2 comentarios:

  1. Siempre nos dijeron que la distancia más corta era una recta entre dos puntos pero, totalmente de acuerdo contigo. No siempre es así si nos salimos del plano. En el título lo dices todo y el resto, una reflexión certera muy de tu estilo. Que agradable es pasarse de vez en cuando por aquí y encontrar estas letras tuyas.

    ResponderEliminar
  2. Corto o largo, el camino que indefectiblemente recorremos es una línea cerrada: ocaso que se hace día; muerte que genera otra vida.
    ¡Muy interesante!

    ResponderEliminar