Felicidades Don Pablo
Es suficiente un viejo tronco al lado del mar para asentar en él nuestros sueños, nuestras lamentaciones. Es suficiente con poder mirar la llegada de la luna, escuchar el rumor de las olas, el canto de los pájaros, o contemplar como un velero marca nuestro horizonte. Es suficiente saber que gracias a él,
la poesía nunca muere.
Siempre habrá poesía en el horizonte azul porque somos muchos los que vamos a contarle nuestras alegrías o nuestros sinsabores.
ResponderEliminarPrecioso, María.
Un abrazo
Muy bello María, si quieres ver mi poesia
ResponderEliminarhttp://mrociorc.blogspot.com/
Cordialmente.
Rocío
Sólo es posible una respuesta...
ResponderEliminarEl silencio de evocar LA LUNA
El murmullo de LAS OLAS
La canción viva de LAS AVES
Perderse en el horizonte de EL MAR
LA LUNA
LAS OLAS
LAS AVES
EL MAR...
Siempre tu recuerdo.
Saludos María.
El poder de la palabra hace que aprecie treguas de silencio
ResponderEliminartus palabras son muy apreciables
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